Las tres dimensiones de la brecha digital

La brecha digital y lo que conlleva (la exclusión de una gran cantidad de personas del acceso a las nuevas tecnologías de la información) es algo que preocupa a los que estudian y promueven la Sociedad de la Información. Es muy preocupante ya que mal puede comenzar una nueva organización social, si esta ya cuenta con la exclusión de un elevado porcentaje de la población mundial.

Desde mi punto de vista existen múltiples saltos o brechas digitales, que separan a estos grupos de población excluidos de los que estamos integrados en la sociedad de la información. Para empezar es necesario definir que es estar integrado en la SI.

Obviamente, disponer de los recursos que proporcionan las nuevas tecnologías (ordenador, móvil, conexiones a Internet, etc) es prácticamente un requisito, ya que la sociedad de la información se basa en los avances tecnológicos que han modificado la manera en que nos comunicamos, o en la cual recibimos/obtenemos la información que buscamos. Pero para estar integrados en la S.I., no es suficiente con tener los recursos tecnológicos a nuestro alcance, es necesario además hacer uso de esos medios tecnológicos que potencian nuestras capacidades de comunicación, y por tanto modifican nuestras relaciones. Estas tecnologías permiten que las comunicaciones se realicen de forma efectiva independientemente del espacio y del tiempo, es decir, pueden recorrer distancias enormes en segundos, y ser leídas bien inmediatamente o bien cuando al receptor del mensaje le resulte conveniente. El tiempo y el espacio, e incluso la presentación de la información o el acceso a los servicios se adaptan a las necesidades del usuario.

Internet es simplemente una herramienta de comunicación, pero con un potencial comparable a la comunicación verbal, o la comunicación escrita. Al igual que la vida cotidiana está repleta de comunicaciones verbales, estamos integrados en la sociedad de la información si trasladamos y adaptamos hábitos cotidianos al uso de las T.I. Como herramienta de comunicación que es, debe servirnos de forma habitual para comunicarnos no solo en el trabajo, sino en nuestra vida familiar, ocio, etc. Es por tanto un medio de cohesión social, mediante las formaciones de redes de personas que se relacionan, bien por parentesto, por afinidad e intereses comunes o incluso por proximidad geográfica. Es un medio de establecer nuevos enlaces en el entorno social del individuo, y de fortalecer y mejorar los enlaces sociales ya existentes.

Vistas las condiciones para estar integrado en la SI, podemos ver que tres dimensiones tiene la brecha digital:

1.- Países no desarrollados. Obviamente, existe una exclusión, no solo en el acceso a las T.I. sino en el acceso a lo que en los países desarrollados consideramos como derechos básicos. Difícilmente los gobiernos de estos países se pueden plantear la inclusión en la S.I., cuando muchas veces sus principales preocupaciones es mantener con vida a la parte más desfavorecida de la población.

2.- Regiones que estando en países desarrollados, no son rentables para las compañías de suministro de acceso a Internet. Este es el caso de muchas regiones que por interés económico no poseen las infraestructuras y los recursos que sí son accesibles en las ciudades. Los costes de las infraestructuras necesarias, enfrentados a los beneficios potenciales no compensan a las empresas, que deciden no arriesgar capital en estas inversiones.

3.- Población que estando en regiones con facilidad de acceso a las TI, no tienen ningún interés en participar de las mismas. Una reciente encuesta del CIS (Barómetro CIS no 2754) sobre los motivos para no usar Internet, nos muestra los resultados siguientes:

PREGUNTA 13f

PROCEDE DE P13. SÓLO A QUIENES NO UTILIZAN INTERNET (2 en P13). ¿Y, cuáles son las razones

principales por las que no lo emplea? (MÁXIMO DOS RESPUESTAS).

	. %	. (N)
No le gusta, ni le interesa	37.6	(460)
No dispongo de tiempo	10.1	(124)
No confía en las nuevas tecnologías	1.9	(23)
No sabe utilizarlo	45.6	(558)
No tiene fácil acceso	13.7	(168)
Es caro	5.2	(63)
N.S.	0.9	(11)
N.C.	3.2	(39)
TOTAL	100.0	(1223)

«No sabe utilizarlo» o «No le gusta, ni le interesa» son las respuestas que dan mayoritariamente al ser preguntados.

Estos datos, además contrastan con la frecuencia de uso de los que sí utilizan Internet:

PREGUNTA 13a

PROCEDE DE P13. SÓLO A QUIENES UTILIZAN INTERNET (1 en P13). ¿Con qué frecuencia diría Ud. que lo

utiliza?

	%	(N)
Todos o casi todos los días	64.6	(792)
Por lo menos una vez a la semana	22.7	(278)
Varias veces al mes	7.5	(92)
Una vez al mes	3.6	(44)
Varias veces al año	1.2	(15)
N.C.	0.4	(5)
TOTAL	100.0	(1226)

Es decir, que quienes saben utilizar Internet o les interesa, lo usan de forma cotidiana (64,6%) o semanal (22,7%)

¿Qué hacemos para reducir las brechas o minimizar los saltos en cada una de las dimensiones?

Siguiendo las tres dimensiones planteadas:

1.- Poco o nada. Se trata de reflotar países en vías de desarrollo. Excepto algún proyecto de fundaciones, con objetivos más mediáticos que reales, la solución pasa por sacar al país de su situación desfavorecida respecto del resto del mundo.

2.- La regulación es la vía de trabajo para forzar a las operadoras a que ejecuten inversiones en zonas de dudosa rentabilidad. Obviamente sólo se habla en estos casos de la rentabilidad es económica, ya que acercar a regiones tradicionalmente marginadas el acceso a las TI representa un avance muy significativo de integración y evolución no solo tecnológica sino cultural y social. Dadas estas condiciones, solo los gobiernos pueden y deben promover las medidas adecuadas para que se produzca esa integración.

3.- El caso de la brecha digital en los países desarrollados y en regiones o zonas donde sí existen infraestructuras y servicios T.I.,  es para mí el  caso más preocupante.  Es la situación en la cual es más fácil actuar, y considero que se hace muy poco. Se trata posiblemente de un problema de educación (y no sólo me refiero a conocer como funciona, sino a saber para que utilizarlar tecnologías). Es cierto que las TI nos han adelantado y a más de uno les han atropellado. La evolución de la tecnología ha sido tan rápida que muchas personas, ya acostumbradas a una vida o trabajo rutinario, y con poco interés por aprender cosas nuevas, se han encontrado con un obstáculo a la rutina. En lugar de ver una oportunidad para crecer o mejorar, ven una dificultad y una barrera, que muchas veces prefieren eludir. También es cierto que un elevado porcentaje de los que no quieren participar de las TI, quizá la mayoría, simplemente no tienen interés. Esto no podemos atribuirlo a la educación, o no al menos al nivel de formación adecuado para el uso de las TI, es más bien debido al desconocimiento de las posibilidades que aportan las TI. Internet no es la solución a todo, pero es una herramienta muy poderosa para potenciar muchas de las actividades diarias y cotidianas. Un ordenador con acceso a Internet no solo sirve para trabajar o para jugar, además te permite desarrollarte intelectualmente, relacionarte socialmente o mejorar algunas de tus labores más cotidianas.

Creo que los estados, responsables de fomentar el cambio a la nueva sociedad de forma integradora, deberían de tener muy en cuenta estas dimensiones de la brecha digital y actuar de forma contundente y lo antes posible, ya que en caso contrario, o bien la sociedad de polarizará más de lo que ya está, o bien la sociedad en general sufrirá un estancamiento en su necesaria evolución. Intentos como el taller de inclusión digital de la Campus Party son de agradecer, pero en este caso, el apoyo gubernamental está más promovido por el interés promocional que por una autentica motivación de inclusión, que les llevaría a crear talleres permanentes.